Para el granjero Brian Wickert, el proyecto de ley de leche cruda se trata de tener la libertad de vivir sin la interferencia del gobierno. Pero para los funcionarios de salud en America's Dairyland, se trata de exponer potencialmente a los ciudadanos desprevenidos a las bacterias que causan enfermedades. En el centro de este debate se encuentra la antigua pregunta: ¿Cuánto debe proteger el gobierno a sus ciudadanos de posibles peligros?